Apoyar a parejas en situación de divorcio, a obtenerlo de la manera más rápida, sencilla y pacífica posible, de acuerdo a sus propias circunstancias, evitando el conflicto o la escalada de éste, el cual en muchas ocasiones se traduce en el enderezamiento de innecesarias demandas, juicios prolongados y enconamiento de las posturas.
Hacer del divorcio una oportunidad para asegurar, como prioridad, el ejercicio y goce de los derechos, intereses, seguridad emocional y económica de los hijos menores de edad.
Destrabar procesos de divorcios que han caído en impasse, y también, abrir el diálogo en asuntos que se encuentran ya ventilándose ante tribunales para terminar con el litigio con la creación de acuerdos, poniendo fin a una desgastante batalla legal.
Contribuir a la des-satanización del divorcio, presentándolo como una necesidad social y como una oportunidad que ofrece el Derecho y la Sociedad para que dos personas puedan vivir en Paz y armonía, aunque para ello sea necesario separarlos legalmente.
